Un día mientras me encaminada en dirección al colegio, iba escuchando musica en mi iPod y de repente lo vi, era un chico de estarura media, cabellos largos y negros como el azabache y mirada penetrante. Nunca olvidaré esa mirada.
Ya han pasado dos años desde que lo vi por primera vez y muchas veces me lo he vuelto a cruzar por la calle.
Durante un tiempo se me ocurrieron ides locas para llamar su atención como tirar el mobil o el libro.
Cuando nos vemos y cuzamos es como si me dispararan justo en la diana del corazón, no solo por sus ojos sino que tambien por que es skater (me encantan los skaters).
El dia que nunca olvidaré fue cuando estábamos mi amiga y yo bajando para ir a casa y, de repente, oí un ruido de skate. Me di la vuelta para comprobar si mis oídos no me fallaban, e intentar apartarme a tiempo y, así evitar que fuera quien fuese no me atropellara.
De repente fue como si el tiempo se parara. Justo cuando mi cabeza se daba la vuelta, allí estaba él, posando sus negros y profundos ojos sobre los mios, con su respiración al alcance de la mia, y sus labios a tan solo unos centímetros de los mios. Él subido a su tabla de skate, yo subida en mis zapatos veraniegos de tacón.
Y aunque fueran tan solo unos instantes de corazón acelerado, cada vez que me lo encuentro rememoro esos pocos segundos en los que mi corazón latió con más fuerza que nunca.
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