Y aunque la haya cagado muchas veces, aunque a veces me crea la persona más insignificante de este interminable planeta, puedo asegurarte de cuando miro hacia delante ya no veo oscuridad, sino una luz que me ciega fuertemente y que me impulsa hacia delante.
Y sí, puede que no sea una princesita de cuento con su cara preciosa y su pelo perfecto. Puede que no siempre lleve las mejores pintas del mundo y que no me levante por las mañanas de muy buen humor que digamos. Puede que me enfade rápido, que tenga miles de manías y me ponga un poco pesada a veces. Puede que no sea la que mejor viste y si, confieso que hasta viendo anuncios o incluso las noticias, puedo llegar derramar alguna que otra lágrima. Y sí, esa soy yo, una persona perfectamente imperfecta con sus defectos y virtudes.
Pero eso sí, garantizo que nadie te amará como yo, ni te hará volar, nadie podrá sacarte una sonrisa como las que yo saco haciendo tonterías y nadie te valorará tamto por lo que eres. No quiero decir con esto que las demás personas sean crueles o que tú seas insoportable, simplemente digo, que tu eres mi meta en esta vida, mi objetivo y mi mayor felicidad, y en eso, nadie me puede superar, porque un amor que se vive es un amor que se siente para siempre.